Esta especialidad odontológica se encarga de determinar los problemas dentales del paciente e indica el o los tratamientos a seguir. Su objetivo es devolver la estética y la funcionalidad.
En el proceso intervienen varias disciplinas de la odontología apoyadas en la tecnología de punta disponible. Se debe trabajar de la mano de la periodoncia, endodoncia, implantología y ortodoncia.
Someterse a una rehabilitación oral completa tendrá varios beneficios. Con los implantes se mejora la calidad de vida del afectado. No se usa anestesia general en la mayoría de los casos.
Se recupera la movilidad de la boca permitiendo masticar normalmente. Asimismo, mejora el aspecto y la funcionabilidad de la boca. Todo esto trae el incremento de la seguridad y autoestima del paciente.
Se necesita una rehabilitación oral cuando hay una caries muy profunda que afecta el nervio del diente. También se puede requerir por fractura en el diente provocada por bruxismo o golpes fuertes. Al igual que por la pérdida de estas piezas. Esto se subsana colocando prótesis.
Entre las patologías asociadas también se incluyen: el traumatismo dentoalveolar, alteraciones faciales y cáncer. Al recuperar la estética que abarca solventar problemas de color, forma y función la persona volverá a tener confianza y autoestima. La rehabilitación igualmente restaura la función masticatoria, coloca coronas, puentes y dentaduras parciales o totales.
Los odontólogos también recurren al All On Four que consiste en colocar una prótesis fija sobre cuatro implantes dentales. Es una opción cuando se tiene que sustituir toda la hilera. Es decir, se sacan los dientes para eliminar la infección y enseguida se pone en implante.
Por otra parte, los implantes zigomáticos se utilizan cuando el paciente tiene poco hueso. Se instalan en el hueso cigomático (molar).